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Recogida selectiva de textiles pautada en la Ley de Residuos ¿Están preparados los ayuntamientos?
En 2025, la gestión de residuos textiles será obligatoria en España. ¿Qué implica esto para los municipios?
El tiempo apremia. A partir de enero de 2025 todos los municipios en España deberán implementar la recogida selectiva de residuos textiles, según establece la Ley de Residuos y Suelos Contaminados (Consultar Ley 7/2022). Este cambio no solo responde a una exigencia normativa europea, sino a una necesidad ambiental urgente. En la actualidad, más del 70% de los residuos textiles acaban en vertederos o incinerados, generando un impacto devastador en el medio ambiente.
Una ley para transformar la gestión de residuos.
La nueva legislación busca priorizar la reutilización y el reciclaje frente a la eliminación. En cifras concretas, por cada kilogramo de ropa reciclada se evita la emisión de 6,1 kg de CO₂, contribuye a una economía más sostenible y reduce la necesidad de materias primas nuevas. Pero para que esto sea posible, los municipios deben prepararse ahora. Tanto la implementación de infraestructuras adecuadas, como la instalación de contenedores de ropa especializados, será clave para cumplir con los objetivos marcados.
Soluciones prácticas para cumplir la Ley de Residuos
La recogida selectiva de textiles no solo representa un desafío, sino también una oportunidad para mejorar la sostenibilidad, contribuir a la economía circular, y generar oportunidades de empleo en el sector del reciclaje y la reutilización. En este contexto, los contenedores de ropa diseñados específicamente para este fin juegan un papel fundamental.
Un ejemplo práctico lo ofrecen los contenedores de ropa de Fabrez. Construidos 100% en metal, destacan por su durabilidad y funcionalidad. Con un cajón antirrobo y un sistema de doble cerradura, garantizan la seguridad del contenido y reducen el vandalismo. Además, su diseño ignífugo y resistente a la corrosión asegura un rendimiento óptimo incluso en condiciones adversas.
Estos contenedores no solo cumplen con los requisitos legales, sino que también mejoran la estética del entorno urbano, fomentando un reciclaje accesible y efectivo.
